HONORES AL MAESTRO Y POETA

No hay reconocimiento más oportuno que el que se ofrece en vida. Diversas instituciones públicas y privadas, foros literarios a nivel regional y nacional, felizmente, han iniciado motu proprio, una cruzada para valorar una singular vida dedica a la producción intelectual: poesía, cuento, investigación pedagógica, crítica literaria, periodismo, empeño editorial, etc. Chota, Cajamarca y parte del País, aplauden y reconocen la inestimable obra del maestro y poeta.

Poemarios suyos han recibido premios nacionales como “Meteorito de amor”, en investigación pedagógica de igual manera con “Jugando con los mapas conceptuales”, en estudios literarios Cajamarca lo galardonó por su trabajo “El otro lado de la luna”. Autor también de la importantísima obra “Manual de literatura Chotana”, un compendio de nuestra vida literaria desde sus orígenes hasta la actualidad. De lectura obligatoria para docentes de la especialidad y alumnos de la provincia y el departamento.

Amigo a prueba de balas. Compartimos una amistad de décadas, marcadas por los cambios socio políticos vertiginosos que pusieron a prueba las lealtades y fortalezas en los principios por los que luchó y casi entregó la vida. En tanto, muchos se fueron acomodando plácidamente a las nuevas circunstancias, nuestro maestro y poeta, no sólo lidera una gran generación literaria, si no la inquebrantable lucha por rehumanizar desde el arte a la humanidad y, también, desde su convicción política e ideológica, por dignificar al ciudadano y, además, a una Chota aporreada por autoridades impresentables.

José López Coronado, el director del Grupo Cultural Wayrak y de este semanario, el maestro convicto y confeso, el poeta empedernido, tiene la complacencia de ser reconocido en el mejor momento de su producción intelectual. Para los paisanos y familiares que aprecian tu esfuerzo es un júbilo inesperado. Para Fernando y para mí, los cómplices de tus afanes, logros y fracasos, con quienes has transitado estos senderos de poesía y lucha, compartimos tu alegría. Salud y un abrazo Beto.