viernes, 27 de julio de 2012


¿DÍA DE LA INDEPENDENCIA? O INDEPENDENCIA INCONCLUSA

La campaña emancipadora impulsada por el general San Martín, culmina con la famosa y romántica Proclamación de la Independencia del Perú. En este hecho se base una gran dosis de patriotismo fútil que nos han impuesto desde la escolaridad gracias a la superficialidad de muchos historiadores y al interés estatal de no difundir y analizar otros sucesos que definieron las características de nuestra independencia.  

San Martín cruzó los andes con tropas argentinas y chilenas a las que la nueva república liberada del Perú tuvo que cancelarles hasta el último centavo aún no hayan participado en ninguna batalla. Ya en territorio nacional los delegados del general se reunieron con los del Virrey Joaquín de Pezuela en Miraflores para iniciar negociaciones. Los libertadores plantearon el establecimiento de una monarquía borbónica, sueño máximo de su líder. Curiosamente los delegados del virrey sustentaron que todo entendimiento estaría basado en la Jura de la Constitución de Cádiz. Es decir los españoles querían para su colonia más libertad que la que aspiraba San Martín.

Esto nos permite hacer las siguientes preguntas ¿A quién sirvió fundamentalmente la famosa independencia nacional? ¿A las poblaciones originarias que siguieron pagando tributos por decenios más, a los que siguieron siendo esclavos, a los que no tenían derecho al voto, a los que continuaron expropiando sus tierras comunales con nuevas modalidades? Nuestra independencia fue la colisión de diversos enfoques, el de San Martín monárquico, Bolívar aristocrático y otros matices, pero ninguno de ellos reparó en los movimientos nacionalistas que tenían sus propias aspiraciones y agenda.


Cuando el gobernador Marqués de Montemira por encargo del virrey La Serna, pidió a san Martín que ingresara a Lima, era para evitar que los indios guerrilleros apostados en las afueras ingresaran a la ciudad y la tomaran. El miedo de los españoles era tal, que el general ordenó a los montoneros se alejaran. Obviamente los colonialistas a cambio se comprometían a jurar la independencia. Y así fue, como lo afirma Virgilio Roel “Como estaba arreglado, todos estos personajes, calificadamente colonialistas, se pronunciaron a favor de hacer lo que San Martín les había pedido: redactar el acta de independencia y firmarla” 

Lamentablemente para gran parte de peruanos, poblaciones originarias, la república sólo reprodujo el mismo sistema de opresión. La independencia no rompió las estructuras coloniales. Tuvo fallas de origen. Campesinos olvidados, despojados, no incluidos en el proyecto nacional. Esta fisura definió nuestra trágica historia nacional y evidente una vez más en la actual crisis social. La gran tarea pendiente de cerrarla es un nuevo proceso innovador y moderno, que involucre a todos los peruanos, desde nuestra historia y nuestra dolorosa pero abundante experiencia.  

sábado, 14 de julio de 2012


NECESARIAS PREGUNTAS
¿Fue inevitable que se asesinaran a cinco peruanos para que el Ejecutivo obstinado, torpe y mendaz por fin diera muestras de querer escuchar los argumentos de la protesta cajamarquina. Asediar a la población militarizando la región, ningunear sus reclamos de la manera más ofensiva, perseguir y encarcelar a sus dirigentes acusándolos de hacer lo que antes era el modus operandis de Ollanta, para que ese supuesto discurso apodíctico del presidente y su reluctante premier ceda ante lo evidente?
¿Es necesario tanto desprecio de la prensa limeña, representante de los grupos de poder económico y heredera de la bazofia fujimorista, que usan sus medios como puñales para rematar la lucha de un pueblo o en todo caso embestirla ferozmente faltando groseramente a la verdad con sus invectivas. Llegando a la trágica estupidez (típica de Martha Chávez) de deslizar la idea que las muertes fueron causadas por los mismos manifestantes cuando todo demuestra fueron por fusiles del ejército. Es necesaria tanta inquina hacia los pobres de esta maquinaria mediática que sin embargo apela a la libertad de expresión como estandarte cada vez que se siente amenazada? 
¿Acaso no es legítimo que los cajamarquinos y el país entero desconfíen de Yanacocha, empresa que ganó un juicio a otra de origen francés con la ayuda de Montesinos. Que no tiene licencia social. Que construyó el reservorio de San José que está vacío y por lo tanto inútil. Que derramó mercurio en Choropampa y cuyos efectos radioactivos lo padecen los habitantes humildes de ese pueblo ante la indiferencia casi impúdica de la trasnacional. Que ha pagado empresas para perseguir y espiar a los ambientalistas y que, además, hay por investigar sospechosas muertes de dirigentes opuestos a sus proyectos. Y en el colmo de la arrogancia empieza a operar sin rubor en pleno conflicto?
Reservorio de San José inútil por falta de agua
¿Es admisible el silencio ominoso de un congreso que evade la investigación de las muertes en Celendín y Cajamarca, aceptando la tesis que los muertos se dispararon entre ellos o que, para defender la democracia de los ricos, debemos olvidar que ya van diecisiete caídos en once meses y hay familiares que claman justicia. Que niegan que la lucha defendiendo el agua en Cajamarca lleva muchos años, antes que aparezcan Gregorio Santos y Wilfredo Saavedra. En tanto un inefable Cipriani utiliza el púlpito como un parapeto de francotirador para atacar y vociferar contra todo lo se oponga a Conga o proponga el diálogo como alternativa?
¿S i Conga no va, la inversión extranjera calculada en 50,000 millones de dólares se esfumará como por arte de magia dejándonos en una terrible orfandad, si consideramos que durante el gobierno de García apenas se logró 10,000 millones de inversión. Cuando existen tantos proyectos viables que están en espera. No han utilizado siempre este manoseado argumento para permitir todas las iniquidades de las trasnacionales y sus socios limeños. Acaso el referéndum en Tambogrande que optó por el no a la minería o la paralización en el sur de Tía María ahuyentó los capitales extranjeros ávidos de nuestros minerales.
Finalmente ¿Qué podemos esperar de un presidente que alimentó el sueño de los desposeídos y fue transitoriamente la pesadilla de los poderosos, y que su primer acto en la gran transformación que pregonó fue irse a ribera de los que lo despreciaban y hoy lo adulan. Con qué altura moral mirará a los cajamarquinos a quienes en sus plazas les dijo que “el oro no se come” y ahora tiene la estulticia de proclamar que “antes se oponían a la minería, ahora se oponen al agua”.
Esperemos que nuestro paisano el monseñor  Miguel Cabrejos y el padre Gastón Garatea, ambos con altísimas credenciales morales y humanas obren el milagro que el país demanda con urgencia.

sábado, 7 de julio de 2012


DEBERÍA SER UNA FIESTA

Debería ser una fiesta. Los quince años de Amor Y Llaga, proyecto ideado por Fernando Vera, el nombre acuñado por José López y la vida dada por los tres, la realidad nos impone otro sentimiento: la indignación. Nuestra ciudad, Chota, abandonada, destruida, sin autoridad competente, y nuestro departamento, Cajamarca, violentado por una minera inescrupulosa y por un gobierno cuyas promesas traicionó.
Dos escenarios penosos. Chota arrasada por la incompetencia de un alcalde cuya mejor función es sobornar a tirios y troyanos para tener adláteres que lo sustenten, algunos ronderos, sindicalistas, allegados, etc. cualquiera que quiere ganarse alguito. Esta inmoral práctica implementada diligentemente por el fujimorismo, se ha convertido en una prolija costumbre de nuestro inepto alcalde. Así está Chota.
Mientras que el gobierno que entusiasmó a los desposeídos durante la campaña con su prédica transformadora, ahora implementa el ideario de la derecha más bruta y achorada, se ha manchado las manos con la sangre de inocentes conciudadanos. Cinco son los muertos cajamarquinos y diecisiete suman los peruanos asesinados que lo historia le recordará al señor Ollanta. Cinco son las vidas que salieron con el sueño que defender lo poco que nos queda de naturaleza limpia y agua en Celendín y Bambamarca, y cinco los féretros que la población indignada y dolida acompañó hasta su última morada.
Para este par de sinvergüenzas, alcalde y presidente, debería haber sanciones ejemplares. Su incompetencia y felonía son de manual. Como afirmó el gran escritor George Bernard Shaw “a los políticos y los pañales hay que cambiarlos seguido y por las mismas razones.”  Es decir están llenos de m… no merecen el privilegio de gobernarnos. Uno por incompetente y el otro por traidor y homicida. En ambas la ignorancia y la ineficiencia es su estandarte.
Deberíamos estar celebrando felices estos primeros quince años. Amor y Llaga es ya parte de la vida chotana, y eso tendría que habernos puesto felices. Pero la realidad se encarga de darnos la contraria. Realidad dolorosa, indignante y cruenta. Una Chota a la deriva, sin organización ni planificación, una Cajamarca militarizada y desangrada sin reparos y un país estafado de la manera más olímpica por un converso sin escrúpulos. ¿Qué celebrar entonces?
Nada más que nuestra indignación y nuestra reafirmación de seguir caminando por el sendero trazado. A costa de todo, amenazas, juicios, violencia física. Ya superamos lo más difíciles escollos. No tenemos otra alternativa más que continuar hidalgamente para malestar de los sinvergüenzas y la satisfacción de mucha gente que aspira una Chota y un Perú diferentes.