domingo, 21 de agosto de 2011

La decisión del presidente Ollanta Humala de presidir el Consejo de Seguridad Ciudadana (CONASEC) es sin duda una buena noticia. La delincuencia con su orgía de robos, extorsiones y asesinatos nos ha transformado en un país altamente incierto. Y la percepción que tenemos los ciudadanos del papel del estado ante este flagelo es de una cínica inacción.

Al encabezar el presidente el CONASEC, al margen de los tecnicismos, muestra la voluntad de cambiar el rumbo de las cosas. Decisión política indispensable para articular todo un sistema de lucha contra el crimen organizado. Eliminar la pobreza y crear más fuentes de trabajo, leyes que permitan sancionar más y mejor a los hampones de alta peligrosidad, mejor sistema carcelario, policías mejor pagados y altamente equipados que desarrollen un buen trabajo de inteligencia y finalmente una población preparada.

Porque luchar contra una delincuencia que ya adquirido el nivel de inmanejable requiere de la participación de todo el estado y de la ciudadanía. No olvidemos que el crimen organizado no actúa sólo. Cuenta con el apoyo de jueces corruptos que los liberan, minimizan las penas o les dan beneficios penitenciarios inexplicables para que salgan impunemente a delinquir. De algunos policías que son parte de las bandas o cobran para dejarlos operar. Y también de una gavilla de abogados inescrupulosos que se han puesto a su servicio para pervertir las leyes y liberarlos.

Una buena medida la del presidente para sosegar el accionar del hampa. Sabemos que requiere organizar todo un frente de batalla que tenga firmeza, organización y cooperación, las condiciones están dadas, “muchas veces un juez corrupto puede ser más peligroso que un delincuente” ha asegurado el mandatario resumiendo de esta manera el punto central de su filosofía. Ojalá funcione, así lo anota Augusto Álvarez en su columna Claro y Directo del diario La República, sino estamos fritos.

Esperemos que el mismo énfasis ponga para encabezar la lucha frontal contra la pobreza y la exclusión. Y también, contra la corrupción, esta epidemia inmoral que ha enriquecido a muchísimos sinvergüenzas y que viene destruyendo al país desde los albores de la república con total impunidad.

Filed Under:

0 comentarios: