sábado, 18 de enero de 2014

JUAN GELLMAN DE LA FURIA A LA TERNURA
En 1976 la dictadura que gobernaba de facto en Argentina irrumpió en su domicilio para arrestarlo y desaparecerlo. Como no lo hallaron, se llevaron a su hijo Marcelo Ariel, de veinte años, y a su nuera María Claudia de diecinueve años y embarazada de siete meses. A su hijo lo asesinaron con sevicia, lo mismo hicieron con la chica después que alumbrara en cautiverio. 14 años después encontrarían el cadáver de Marcelo en el fondo de un río y años más tarde, gracias a gestiones de muchas personas influyentes, recuperó a la nieta Andrea criada por militares paraguayos.
Juan Gellman, el hombre que convirtió toda esta desolación en poesía, acaba de fallecer justo cuando se preparaba para festejar su cumpleaños número ochentaicuatro este 18 de enero. Su militancia política y sus férreas convicciones políticas lo obligaron a salir para cumplir tareas partidarias en Europa. Posteriormente huir de su natal Argentina y exiliarse en México.  Desde entonces tomó residencia en ese país que lo acogió como a un hijo predilecto más hasta el día de su fallecimiento, producto de una enfermedad llamada síndrome de mielodisplasia.
La dictadura que asesinó a su hijo y a su nuera, secuestró a su otra hija Nora Eva, no pudo arrebatarle la luz que fulguraba en su palabra. La dimensión humana con que reconcilió toda esa tragedia personal en una hermosa y profunda poesía, toda su furia contenida en ternura artística. Publicó: Cólera buey (1964), Hechos y relaciones (1980), Carta a mi madre (1989), Salarios del impío (1993) y Bajo la lluvia ajena (2009). Le otorgarían el Premio Juan Rulfo en el 2000, el Pablo Neruda en el 2005 y el Premio Cervantes en el 2007. Como reconocimiento a su gran trayectoria y calidad literaria y a su gran compromiso con la poesía.

El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,

que me juego la muerte.

http://www.youtube.com/watch?v=YIgYKnMR_4o








sábado, 11 de enero de 2014

DE PRONTO SE ACUERDAN QUE EXISTIMOS

La cercanía de las elecciones Municipales y Regionales transforma repentinamente a muchas autoridades en personas amables y muy diligentes con su magra gestión. Es la magia electoral y el peor de los oportunismos electoreros con los que trafican estos señores. Después de tres años de atraco a los presupuestos para enriquecerse, irresponsabilidad en la administración de la ciudad y mucha indolencia, de pronto se acuerdan para qué han sido elegidos. Entonces el festín de ofrecimientos resurge y el inicio de un festival de obras improvisadas, mal ejecutadas y peor fiscalizadas, nos sorprende. 

Para que este espectáculo bochornoso surta efecto, nuestras ahora amables autoridades, ya han afianzado tres aspectos muy sustanciales para ello: 1) Haberse procurado una fortuna con comisiones de obras asignadas a constructoras de su entorno, dinero de obras no ejecutadas pero sustentadas contablemente, vaso de leche y otros rublos delictivos que conocen muy bien. 2) Haber mantenido una caterva de asalariados sinvergüenzas que le sirvan de felipillos y sostén de su régimen. 3) Y lo más importante, asegurado el presupuesto para su mistura de obras a granel.

No existe ninguna planificación. No se apela a ningún plan de gobierno porque no existe. No se recuerda ninguna promesa hecha porque no es necesario. Las obras deben ejecutarse atropellando cualquier criterio técnico (dejan además adicionales coimisiones muy necesarias para la coyuntura). De ello depende en parte su probable reelección. No interesan la calidad de éstas, lo importante es que se vean o por lo menos se escuchen. El resto de la faena lo complementarán con otro festival, el de los regalos y simplezas con los que continúan humillando y envileciendo a los calculadores electores.

De pronto se acordaron que existimos, que somos, que elegimos. Esta es la manera ordinaria y emputecedora de cómo maniobran estos alcaldes para conseguir sus fines, no políticos, sino lumpenescos. ¿Existe alguna forma de poder frenar esta orgía de mercadeo corrupto-electoral? Sí. Paro ello se debe cumplir otros requisitos indispensables. Candidatos honestos que propongan y debatan con estos señores sobre planes (porque financieramente va a ser imposible competir con ellos) y los más importante, que electorado tome conciencia, se conviertan en ciudadanos y sepan cuánto daño le hacen al votar por un pillo que les da regalitos insignificantes y los convierte en sus cómplices.


sábado, 4 de enero de 2014

UN AÑO PARA DECIDIR

Un año importante para el país y uno crucial para Chota. El 5 de octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales y municipales en todo el territorio nacional. Una pregunta básica fluye subitáneamente ¿qué aspiramos los chotanos para nuestra ciudad: desarrollo o continuismo, es decir atraso? De esta básica dicotomía en la que nos colocan estos comicios dependerá mejorar en algo el futuro de Chota. O como ya es historia conocida, continuar por la travesía de la postergación y el descalabro.
Entonces saber elegir se convierte en la varita casi mágica que posee el elector para decidir el futuro de su ciudad, porque será su voto el que instale al nuevo primer vecino en el sillón municipal. Igual de importante es la calidad de los candidatos que postulan para dicho cargo: sus planes de desarrollo, su equipo de trabajo, sus credenciales éticas y democráticas. En ambas circunstancias Chota pierde por goleada.
Décadas continuas de un constante ejercicio de perversión de los electores con dádivas y ofertas incumplidas han logrado que este se torne un ciudadano irreflexivo, desinteresado por el bienestar y, lamentablemente, un votante ladino que no tiene ninguna molestia en ofertar su voto a aquel candidato que, durante su promiscua campaña electoral, le obsequie naderías con las que muy felices se identifican y comprometen.
En el otro lado de la balanza están los posibles candidatos, algunos de una calidad discutible, otros comprobados ineficientes y que afrontan juicios por ladrones. Estos señores que invierten millones de soles para una gestión de cuatro años en los que sumados todos sus sueldos no llegan a los cuatrocientos mil soles. Estos que son los que prostituyen una elección evitando el debate y apelando a la fanfarria de regalos. Los que desesperadamente sueñan con la alcaldía de buenos presupuestos que les permite recuperar su inversión en la campaña y seguir robando con la lenidad de un pueblo que calla.
Este es el escenario para Chota en este octubre que se aproxima. No es nada promisorio. Están los mismos de siempre con sus mismas destrezas para el embauque y el pillaje ansiosos de repetirse el plato. Esperamos que algún candidato honesto y decidido a trabajar entre en la contienda. Sin embargo, esto no garantiza nada. Los electores chotanos requieren una urgente campaña de reeducación política para saber elegir, porque (como se menciona líneas arriba) los han desnaturalizado con tanta dádiva para comprarles el voto que ya se acostumbraron a esperar al mejor postor.