sábado, 10 de marzo de 2012


Ser chotano ha sido siempre un motivo de orgullo. Hemos forjado una tierra a fuerza de trabajo y lucha. Chota ha sido la cuna de hombres que aportaron a la historia local y nacional cuotas imponderables de entrega y heroísmo. Del mismo modo hubo también los que con su arte y ciencia contribuyeron ha enriquecer nuestra patria. Otros anónimos que con laboriosidad y honradez fueron ejemplos dignos.
Allí está Pedro Tantallatas, este precursor americano que viajó a la mismísima España a entrevistarse con el rey a denunciar los abusos y reclamar autoridades propias para los suyos. Inocensio Consanchillón nuestro autóctono alcalde proclamando la independencia chotana con el valor que lo caracterizaba. Manuel Becerra nuestro mayor orgullo por su heroicidad, un sencillo profesor de matemática convertido en un bravo coronel defendiendo el suelo patrio de la invasión chilena y de la traición de Iglesias. Anaximandro Vega y su verbo, Jorge Berríos y su aporte pedagógico e histórico y muchos más.
Sin embargo, fueron las rondas campesinas nuestro mayor logro colectivo. Humildes campesinos de pronto convertidos en protagonistas de su propia historia. Historia que fue creciendo hasta abarcar todo el panorama nacional. Luchando contra la delincuencia hasta erradicarla. Luego contra la corrupción del poder judicial y demás autoridades llegando inclusive a administrar su propia justicia. Fue sin lugar a dudas toda una gesta.
Ahora, lamentablemente, nuestra historia y orgullo ha sido suplido por una escalofriante indiferencia. Chota desde hace décadas está gobernada por corruptos y nadie es capaz de indignarse. Menos sonrojarse al ver la manera inmoral como administran los recursos designados para obras, al comprobar como las autoridades ofenden la memoria de los chotanos al manejarnos como borregos, y lo más triste saber que muchos dirigentes de nuestras rondas campesinas se han convertida en asalariados de alcaldes corruptos.
Aún así celebramos con mucha pomposidad y colorido el Día de la Identidad Chotana. ¿Cuál identidad? ¿La épica, la del valor y la justicia, la misma que fraguaron los prohombres con su sangre? ¿O la actual, la de la indolencia y complicidad, hechura de consecutivos burgomaestres ladrones y caraduras que con el dinero mal habido sobornan y compran acólitos para mantenerse en el poder? ¿Qué día de la identidad celebramos paisanos? ¿Un suntuoso desfile con los escolares presidido por un alcalde, el más corrupto de los vecinos?
Nos es posible tanta pasividad. Nos es justo enorgullecernos de ser chotanos y permitir que delincuentes y mafiosos la pisoteen y prostituyan de manera tan inmoral. Por la memoria de los que dieron sus vidas, Manuel Becerra, Eleodoro Benel, Pacífico Regalado y otros tantos ronderos más. Que les vamos a explicar a nuestros hijos cuando nos pidan cuentas por nuestro silencio cómplice e inacción.  Es tiempo que despertemos el valor chotano que guardamos dentro. 

Filed Under:

0 comentarios: