sábado, 3 de diciembre de 2011

Los titubeos en política suelen ser mortales. Y esto es justamente lo que acaba de sucederle al presidente. El anuncio de Minera Yanacocha suspendiendo sus actividades en Conga por la protesta cajamarquina defendiendo sus lagunas y ecosistemas, a pesar de los anuncios presidenciales que sí iba, desnudan las zozobras gubernamentales y las tremendas presiones empresariales. Humala quería en este escenario agradar a dios y al diablo.

La defensa de la vida tiene que estar por sobre cualquier interés. Defender el agua ahora es asegurar la subsistencia humana. Sabemos que dentro de dos o tres décadas la escases de este líquido vital generará parecidas o peores guerras, las mismas que ahora sufrimos por el petróleo. Sin embargo, el presidente está a tiempo de establecer un nuevo y fructífero contexto político si decide cambiar ciertas reglas, aquellas que las poblaciones afectadas rechazan.

1.- Ordenar la actividad minera. A este ritmo de entrega de concesiones el territorio peruano todo entero terminará en manos de las grandes corporaciones. Es tiempo de zonificar estableciendo territorios libres de extracción minera por su vulnerabilidad y ubicación estratégica ambientalmente, como cabeceras de cuencas, humedales, reservas, espacios valiosamente agrícolas, etc. Acá la actividad minera y otras igualmente destructivas deben estar proscritas.

2.- Planificar la mitigación del efecto social que genera el despoblamiento de las áreas rurales donde se desarrollará la minería. Estas familias migran a las ciudades a engrosar los bolsones de miseria, ya que la minería sólo otorga trabajo a los varones fundamentalmente jóvenes, en tanto las mujeres que en la campo eran económicamente productivas, quedan abandonadas y desprotegidas.

3.- Modificar la legislación que permita exigirle a las empresas mayores estándares ambientales, respeto a la naturaleza y a los pobladores. La contaminación de los ríos y lagunas es una realidad terrible e insoslayable. Mejorar los niveles de tributación y reinversión. El marco jurídico impulsado en la década de los noventa fue eminentemente pro empresarial ahora es tiempo de modificarlo. Dentro de este concepto también reglamentar la ley de consulta previa lo que permitirá un mayor y mejor diálogo entre empresa y poblador.

4.- El mapa minero en el Perú se sobrepone exactamente sobre el mapa de la pobreza. Cómo le explicamos a los afectados que a pesar del boom ellos siguen tan pobres como lo fueron antes, con la desgracia adicional que ahora ya no tienen sus tierras. Entonces es el momento de invertir directamente en la población que es afectada. Facilitar el gasto con orden y pulcritud y no como ahora tan lleno de impedimentos.

En manos del presidente está tomar las decisiones más sabias para el país. Anteponiendo la vida a cualquier otro interés. En manos de los pobladores y organizaciones sociales está también la responsabilidad de luchar con el mismo ahínco contra la minería informal que es altamente contaminante, esclavista y evasiva tributariamente. Y en Cajamarca hay más de un ejemplo para observar como la acelerada destrucción del Valle de Condebamba en Cajabamba. .

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