viernes, 25 de mayo de 2012


SENTENCIAS EJEMPLARES
Las recientes condenas a dos y un año de prisión suspendida para los alcaldes de Chiclayo Roberto Torres y el de Ica Mariano Nacimiento Quispe, y su posterior inhabilitación como autoridades se convierten en ejemplares. Coincidentemente los hijos de ambos tenían vehículos de esas comunas a su libre disposición para provecho personal. El mal uso de estos bienes generó dichos fallos.
En un contexto en que las municipalidades se han convertido en cacicazgos y sus alcaldes en eficientes caciques rebosantes de impunidad. Y que además, han hecho de la soberbia, de las asociación ilícita para saquear los recursos públicos, de las obras pésimamente hechas, del abuso del poder, del soborno a las autoridades judiciales para evitar sentencias y a los dirigentes populares para aniquilar cualquier oposición, una manera muy repugnante pero eficiente de gobernar, esta sentencia debería hacerlos reflexionar.
Lo mismo debería haberle sucedido al actual alcalde de Chota, quién con total descaro utilizaba volquetes del municipio chotano para trasladar materiales a la construcción de una residencia de su propiedad. Hecho que fue registrado y muy difundido por la prensa. A pesar que la comuna lo suspendió para iniciar luego el proceso de vacancia, éste, con el apoyo de cuatro felipillos y otras maniobras bastante conocidas logró que el Jurado Nacional de Elecciones lo protegiera.
Infelizmente también el Ministerio Público y el Poder Judicial en Chota no muestran el mismo lustre profesional y moral que los que sentenciaron a los otros alcaldes. Aquí se han limitado sospechosamente a archivar todas las denuncias contra el burgomaestre. Aunque para pesar de él, aún le queda un proceso a nivel nacional, el más comprometedor y serio de todos: lavado de activos, porque la fortuna de la que hace gala para comprar dirigentes y sobornar otras autoridades, tiene sospechosamente un origen ilícito. ¡Qué gran novedad!
Mientras esto sucede, la mayoría de chotanos, ciegos, sordos y mudos, estamos como anodinos espectadores del abandono de la ciudad que muestra décadas de atraso. Las organizaciones sociales recibiendo prebendas para apoyarlo, parte de la prensa comprada para aplaudirlo y silencie sus tropelías, otros sinvergüenzas viviendo al amparo del dinero que complacientemente les obsequia para alquilar su silencio.
Pero ¿y los demás? Bien gracias. Callados, esperando el circo y las fiestas gratis para olvidarse de lo penoso que es vivir en una ciudad huérfana. Gobernada por una banda de ineptos y protegidos por autoridades corruptas y ciudadanos igualmente corruptos. Los demás también son cómplices con su silencio e inacción. Si el poder judicial sería probo, en Chota, ninguno de los tres alcaldes anteriores debería haber concluido sus periodos, y éste ya debería estar alistando sus trebejos para marcharse lo más lejos posible.

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