sábado, 22 de septiembre de 2012
LA HORA DIFICIL DE
SANTOS: SEGUNDA PARTE
Ser uno de los líderes de la
defensa del medio ambiente cajamarquino contra el abuso de la minera Yanacocha,
le han granjeado a Gregorio Santos sendos enemigos muy poderosos. Amén de las
denuncias que obran en la fiscalía, tiene ahora que sortear dos guadañas
afiladas que pueden jaquearlo y desplumar sus prematuras y desubicadas ansias
presidenciales.
El primero es un proyecto de ley
con la otoronguísima intención de interpelar y censurar a los presidentes
regionales. El pecado ecologista de
Santos lo pagarán también otros presidentes regionales que se opongan a las
trasnacionales y a los intereses del poder. En tanto en el congreso los padres
de la patria mienten en sus hojas de vida, tienen juicios por lavado de
activos, sentencias por proxenetismo, contrabando, etc. Suerte congresal, entre
ellos lavan sus inmundicias ¿Por qué no aprueban una ley para poder cambiar el
congreso por tercios y liberarnos de un poco de esa bazofia que anida allí por
cinco años?
Lo segundo es un asunto muy
delicado, pero viniendo la denuncia del diario Perú 21 de la ilustre fujimorista
Martha Meier Miro Quezada, muy acostumbrada a escudar intereses conocidos, expulsar
periodistas independientes y tapar crímenes de la década ignominiosa hay que
tomarlo con pinzas. Según el diario circula un audio en donde el empresario Wilson
Vallejos habría entrado en componendas con Santos para ser favorecido con
licitaciones por sobre los 90 millones de soles. Además que las coimas
asignadas al presidente regional cajamarquina se depositaban en un paraíso
fiscal de Panamá.
Ya hay una comisión para
investigarlo, Santos se ha allanado a la escrutinio de sus cuentas bancarias.
El señor Vallejos ha enviado una carta notarial al diario Perú 21 intentando
decir que lo que dijo no es cierto y que sólo fanfarroneaba con un familiar,
además que sus empresas no han ganado dichas licitaciones, asunto que es fácil
de demostrar. Lo que si es evidente hasta el momento es que si todo es un entramado
para dañar a Gregorio Santos el lodo está tirado pero puede salir fortalecido.
Y si es la punta de la madeja que conduje a actos de corrupción debería caerle
todo el peso de la ley, porque con el dinero del pueblo, sus aspiraciones y sus
luchas no se juegan.
Santos atraviesa su hora difícil.
Armonizar sus imprudentes expectativas presidenciales con la recuperación de
Cajamarca, librarse de las denuncias fiscales y lidiar con proyectos
trasnochados del congreso con la subsecuente pretensión de sacarlo del escenario.
Demostrar que no es un corrupto más de nuestra fauna política y que estas
denuncias son parte de la revancha de la DBA y una probable feroz campaña de
demolición. Caso contrario habrá jugado sucio, muy sucio con el pueblo
cajamarquino.
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