sábado, 8 de septiembre de 2012
SANTOS: LA HORA MÁS
DIFICIL
Gregorio Santos Presidente
Regional de Cajamarca, después de conquistar junto al pueblo cajamarquino, la
suspensión por segunda vez el proyecto Conga, su liderazgo entra en una etapa
más difícil y complicada. Seguir pugnando porque el gobierno inhabilite
definitivamente la factibilidad de este proyecto, pero al mismo tiempo, encaminar
a la región en un sostenido proceso de recuperación económica y de armonización
social.
Partiendo de la premisa que
Yanacocha no ha renunciado al proyecto Conga y sólo lo ha puesto en la
refrigeradora hasta que se le presente una mejor oportunidad y que su
maquinaria aún trabaja en la zona como una prueba de ello, sea tal vez el
momento de entrar en el territorio de la diplomacia como continuación de la
lucha sin renunciar a la protesta bien organizada. El diálogo planteado por el
ejecutivo puede servir para terminar de desnudar su discurso ambivalente o
conseguir lo que en meses de lucha el gobierno se negó a rubricar: la cancelación
definitiva de dicho proyecto.
Lo que decida puede ser vital
para Cajamarca y sus aspiraciones. Consolidar todo lo conseguido hasta ahora,
que no es poco, o años de resistencia al abuso minero, al atraso y a la indiferencia
gubernamental pueden irse por la borda. No se trata de renunciar al objetivo
principal, sólo de saber combinar apropiadamente el reclamo en las calles con
el diálogo en la mesa. El agotamiento de la protesta por una mala conducción
puede, a la postre, servir para aniquilarla y ayudar a sacar a Conga de
cuidados intensivos y ponerlo en pocos años nuevamente en ejecución. No
olvidemos que en dos años tendremos elecciones y mucho del escenario que ahora
observamos va a cambiar.
Tanto Yanacocha como el gobierno
esperan que se cometan errores para capitalizarlos. Se regocijan cuando los
líderes de la resistencia cajamarquina se atacan entre ellos y aplauden cuando
Santos antepone sus codicias electorales por encima de los la masa. Saben que existen
ambiciones personales y quieren que se magnifiquen para publicitarlas
exageradamente con su prensa. La minera continúa invirtiendo millones de
dólares en la construcción de varios reservorios con el aval del gobierno y el
aplauso del Colectivo Cajamarca. Es obvio que para ellos Conga no ha muerto y se
ejecutará tarde o temprano, porque las transnacionales como la Newmont son cualquier
cosa menos filantrópicas.
Para Santos es una hora difícil.
Su reluctancia al diálogo puede arrinconarlo. Por el contrario, bajar la
guardia de la lucha puede entenderse como un renunciamiento progresivo o una
extenuación sin retorno. Es el momento clave para que aparezca su cualidad de gran
líder que mira más allá de sus narices. Dirigir la recuperación de la región,
mantener el espíritu combativo del pueblo cajamarquino, sentarse a lidiar en la
mesa por la cancelación absoluta del proyecto Conga. Y lo más importante, dejar
de lado sus anhelos electorales que pueden ser peligrosos. Los muertos, heridos
y todos los protagonistas de esta larga y heroica lucha se lo exigen.
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