sábado, 4 de enero de 2014

UN AÑO PARA DECIDIR

Un año importante para el país y uno crucial para Chota. El 5 de octubre se llevarán a cabo las elecciones regionales y municipales en todo el territorio nacional. Una pregunta básica fluye subitáneamente ¿qué aspiramos los chotanos para nuestra ciudad: desarrollo o continuismo, es decir atraso? De esta básica dicotomía en la que nos colocan estos comicios dependerá mejorar en algo el futuro de Chota. O como ya es historia conocida, continuar por la travesía de la postergación y el descalabro.
Entonces saber elegir se convierte en la varita casi mágica que posee el elector para decidir el futuro de su ciudad, porque será su voto el que instale al nuevo primer vecino en el sillón municipal. Igual de importante es la calidad de los candidatos que postulan para dicho cargo: sus planes de desarrollo, su equipo de trabajo, sus credenciales éticas y democráticas. En ambas circunstancias Chota pierde por goleada.
Décadas continuas de un constante ejercicio de perversión de los electores con dádivas y ofertas incumplidas han logrado que este se torne un ciudadano irreflexivo, desinteresado por el bienestar y, lamentablemente, un votante ladino que no tiene ninguna molestia en ofertar su voto a aquel candidato que, durante su promiscua campaña electoral, le obsequie naderías con las que muy felices se identifican y comprometen.
En el otro lado de la balanza están los posibles candidatos, algunos de una calidad discutible, otros comprobados ineficientes y que afrontan juicios por ladrones. Estos señores que invierten millones de soles para una gestión de cuatro años en los que sumados todos sus sueldos no llegan a los cuatrocientos mil soles. Estos que son los que prostituyen una elección evitando el debate y apelando a la fanfarria de regalos. Los que desesperadamente sueñan con la alcaldía de buenos presupuestos que les permite recuperar su inversión en la campaña y seguir robando con la lenidad de un pueblo que calla.
Este es el escenario para Chota en este octubre que se aproxima. No es nada promisorio. Están los mismos de siempre con sus mismas destrezas para el embauque y el pillaje ansiosos de repetirse el plato. Esperamos que algún candidato honesto y decidido a trabajar entre en la contienda. Sin embargo, esto no garantiza nada. Los electores chotanos requieren una urgente campaña de reeducación política para saber elegir, porque (como se menciona líneas arriba) los han desnaturalizado con tanta dádiva para comprarles el voto que ya se acostumbraron a esperar al mejor postor.  






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