sábado, 1 de marzo de 2014
UN
SANCOCHO ELECTORAL QUE INDIGESTA
Chota en su hora
crucial. El alcalde sentenciado sigue prófugo de la justicia. El escombro de su
mafia que continua en la municipalidad todavía se da maña para mantener el
delirio de un Jeiner Julón limpio de polvo y paja con retorno triunfal. Por eso,
ellos continúan administrando impunemente el municipio, amenazan a la alcaldesa
encargada, traen mercenarios armados para intimidar, los regidores de oposición
deslumbran por su silencio e inacción y la población en la más feliz
indiferencia. En tanto esto sucede en la municipalidad, un peligroso sancocho
de candidatos ansiosos por llegar a ella va apareciendo lentamente.
Y esta dieta
electoral que nos preparan los partidos, movimientos políticos y otros
oportunistas puede indigestarnos y resultar contraproducente. Como dice el
aforismo popular y una sabrosa salsa de los ochenta: la cura resulta más cara que la enfermedad. Por el bien de nuestra
postergada ciudad, después de tantos años en que gobernaron alcaldes corruptos,
incompetentes e improvisados, Chota necesita urgente de un buen chotano, con la
pelotas para cambiar este statu quo
perverso y señalar un camino diferente. Este aluvión de candidatos en ciernes, unos
aspirantes a ricos y otros a seguir enriqueciéndose, no lo garantizan, al
contrario, confirman esa tendencia deplorable de continuar con más de lo
mismo.
Existen algunas
razones para confirmar esta hipótesis: Hay aproximadamente una docena de candidatos,
algunos ya confirmados, otros que empiezan a surgir y ser voceados, husmeando
el escenario. Esta cantidad de postulantes sólo generará una guerra fratricida entre
ellos que evitará un debate saludable sobre sus planes de gobierno, los mismos que
ya no importarán finalmente. También, esto es muy delicado, un gran despilfarro
económico con millonarias campañas de quienes ostentan dinero pero mal habido.
Los ejes de campaña de estos señores se centrarán en la abundante publicidad
con promesas que jamás cumplirán, dadivas para los campesinos que las esperan afanosos
y cero propuestas.
Esta dinámica
instituida en Chota por quienes ya gobernaron (y ahora reciclados pretenden
nuevamente regresar al municipio), impedirá escuchar a los poquísimos que
aspiren a instituir el debate como el componente fundamental de una elección
vecinal. En este sancocho electoral la mayoría son ya viejos conocidos, cuyos
pergaminos ciudadanos son bastante conocidos y penosos. Frente a esta situación
se debe reclamar un debate amplio sobre sus planes de gobierno, exigir al JNE
la fiscalización de los gastos de campaña que son exorbitantes y de dónde
provienen esos recursos (aunque ya los sabemos) y que la población deje de ser
cómplice al negociar su voto por regalitos y haga un serio ejercicio de su
ciudadanía. Chota les agradecerá eternamente.
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