sábado, 31 de mayo de 2014
COMO UN PALIMPSESTO
DE LA CORRUPCIÓN MUY PERUANA
La corrupción en el Perú ha
escrito las páginas más deshonrosas de nuestra historia. Desde el inicio de la
muy criolla nueva república del siglo XIX hasta nuestra afiebrada realidad. La
corrupción se ha escrito y reescrito de manera permanente sobre el mismo
palimpsesto. Esta endémica reescritura que pretende hacernos olvidar la
putrefacción del pasado, sólo consigue aseverarnos que la nuestra es la
historia de la inmoralidad y de las oportunidades perdidas por este cáncer.
El reciente mega operativo para
desmantelar una red mafiosa en el gobierno regional de Ancash, capitaneada por
el hoy detenido y procesado César Álvarez y sus colaboradores, nos obliga a
unas necesarias preguntas. ¿Dónde estuvo el estado cuando las denuncias contra
este señor eran pan del día y los muertos lo señalaban como el autor? ¿Acaso no
fueron archivados en la fiscalía las investigaciones y los fiscales que osaron hacer
su trabajo de manera profesional terminaron
destituidos y graciosamente investigados? ¿Y el poder judicial acaso no hizo lo
mismo reiteradamente? ¿Cuántas veces escrutó las cuentas y las obras
sospechosas la contraloría y no encontró, fíjense, nada?
Continuando en el mismo libreto
¿Acaso la policía no lo protegía? ¿El congreso
que archivó las denuncias en su
contra a pesar de las evidencias? ¿Y los partidos políticos y sus líderes qué
dijeron además de tomarse fotos juntos para las primeras planas? Todos, absolutamente
todos complotaron para que esta mafia criminal prospere. Nada se mueve abajo
sino tiene su correlato mafioso y corrupto en las altas esferas que lo ampare y
favorezca. Esa es la cruel y vergonzosa realidad. Tuvo que ser asesinado en un
segundo intento un ferviente opositor de Álvarez, el señor Ezequiel Nolasco, y
la opinión pública despierte, para que al fin, milagro mundialista, todos
descubran ¡oh sorprendidos! que en las regiones algo se pudre. Habría que mirar
también más abajo, en los municipios provinciales y distritales donde la
infección es anaerobia.
Todo este proceso investigatorio
que involucra a diecinueve presidentes regionales por 158 casos de corrupción, se
da en un contexto muy especial. Se aproximan las elecciones regionales y municipales
en octubre de este año. ¿Servirá de algo al ciudadano para poder elegir mejor, si
en mayoría de los lugares todos los candidatos son carne de la misma res? ¿Si los
señores del dinero alardean y regalan lo mal habido para hacerse elegir y el
JNE hace un mutis casi absoluto? ¿Aprenderemos algo de esta grotesca etapa o,
como con García, Toledo, Fujimori y la larga lista republicana de la deshonra
nacional, lo olvidaremos para repetir luego la tribulación sin despertar de
nuestro marasmo? ¿Seguiremos eternamente con este palimpsesto que es nuestra feroz
y amarga historia garabateada por pícaros?
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